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Clases online: la experiencia docente en el Departamento de Educación
Por Camila Vásquez
La innovación es uno de los conceptos que se repiten a lo largo de las experiencias que han tenido profesoras y profesores desde que se inició el semestre académico en modalidad online el pasado 20 de abril.
Es el caso de Paula Villalobos, quien aseguró que “las circunstancias nos han obligado a innovar, buscar y aprender nuevas herramientas, dada la necesidad de generar material educativo que facilite el proceso de los estudiantes”, dijo.
En este sentido, destacó la experiencia de trabajo colaborativo que ha establecido junto a su colega Ximena Díaz con la que comparten la asignatura psicología del desarrollo. “Esto es posible a partir de una larga experiencia de trabajo profesional en conjunto que nos permite pensar el curso de manera colectiva”, dijo Villalobos.
Asimismo, lo explica Ximena Díaz. “(Las clases online) ha sido un desafío importante porque ha demandado conocer nuevas herramientas tanto para pensar los cursos en encuentros sincrónicos a través de zoom, como asincrónicos a través de la plataforma Moodle, lo que ha significado, además, desarrollar nuevo material y entender la enseñanza de una forma diferente, apostando a la autonomía de los y las estudiantes en su proceso formativo”.
Para Ana Ramírez, las clases mediadas por tecnologías digitales ha sido un proceso lleno de aprendizajes, ya que iniciar un trabajo en estas plataformas no es sencillo. “Enseñar y aprender con nuevas tecnologías nos invita a compartir saberes y experiencias valiosas para el diseño de nuestras clases, y para la formación continua como profesores y profesoras”, afirmó.
Y agrega: “La plataforma Moodle cuenta con instancias y herramientas muy interesantes, las que siendo orientadas en la dirección correcta de la enseñanza, son útiles para intencionar aprendizaje activo y ciudadano mediante procesos de producción colectiva de los aprendizajes, tales como los foros de discusión, las wiki y los hilos de reflexión. No obstante, la mediación que realiza el/la docente es fundamental para lograr los resultados esperados”.
Una nueva manera de hacer clases
Si bien las cátedras a distancia se han convertido en la solución debido al confinamiento generado por la pandemia del Covid-19, para las y los profesores ha sido un trabajo desafiante que les ha demandado un esfuerzo extra para adaptarse a una nueva modalidad, en la que además, no cuentan con la formación necesaria, experiencia y recursos tecnológicos.
Para Daniel Ríos esta nueva manera de hacer clases es compleja, ya que “tenemos el hábito, la tradición, la cultura de hacer docencia presencial, donde mejor nos movemos, tenemos la experiencia, conocemos los ritmos, los tiempos, tenemos una cercanía con los estudiantes, no solo vinculados a un contenido disciplinario que se está enseñando, sino que la cercanía humana, las miradas, las preguntas, dudas, bromas, comentarios, chistes que hacemos en clases”.
Y agrega: “Son los tiempos que nos tocan vivir, hay que adaptarse y hacerlo de la mejor forma posible. No soy de los que se asustan, ni de los que encuentran que está todo malo, hay que sobrevivir, no solo del punto de vista humano, también del punto de vista académico, pedagógico e intentar dar lo mejor de nosotros, tanto para los estudiantes de pre como de postgrado”.
Para Eduardo Godoy, esta nueva metodología traerá consigo dificultades que se verán a lo largo del semestre. “Hay que pensar que lo que estamos viviendo es una situación excepcional –una pandemia mundial, que en el caso de Chile, se suma la represión derivabada de la revuelta en curso- por ende hay que considerar el stress del encierro y las tensiones que genera en los hogares de los/as estudiantes/as y en los nuestros. Hay barrios donde el enfrentamiento entre manifestantes y la policía siguen hasta el día de hoy (vivo al lado de la población Lo Hermida, de donde soy oriundo) y si le sumamos las consecuencias sociales de la pandemia, la situación se agrava mucho más. ¿Cómo estudiar en un contexto así? Donde hay violencia, cesantía, hambre, angustia, miedos, ansiedades, etc.”, reflexionó.
Asimismo, se refiere a la dificultad de conciliar lo laboral con lo doméstico, de separar espacios y tiempos, “especialmente para los/as que tienen hijos/as y para las mujeres (alumnas y profesoras madres), oprimidas más que los varones dentro del espacio doméstico y en el laboral, sin duda”, dice.
Y añade: “Hay una sobreexplotación asociada a estas nuevas modalidades, ya que no sólo es hacer clases y pensar en material didáctico más pertinente, sino también invertir tiempo extra en instruirse en las plataformas disponibles, leer y responder correos electrónicos, conectarse para reuniones, etc. mientras preparamos comida, nos dividimos las funciones, hacemos aseo, cuidamos a nuestros/as hijos/as, los/as ayudamos en sus tareas y actividades, etc.”.
Alta participación y valoración de los estudiantes
Aún es pronto para entregar un balance de los efectos de la educación a distancia, pese a ello y según los docentes, los resultados han sido positivos.
Es el caso de Ana Ramírez, quien comentó: “Los y las estudiantes han mostrado una disposición favorable hacia el aprendizaje, la que se materializa en actos concretos y actitudes como la puntualidad y un desarrollo participativo en las clases. También es importante apuntar que esta instancia de aprendizaje tras la pantalla ha sido relevante en tanto se han intencionados momentos de contención y diálogo como consecuencia de la coyuntura de vida, por cuanto los lazos afectivos entre docentes y estudiantes han sido estrechados”.
Asimismo, lo describe Ximena Díaz, quien destacó la positiva recepción de los y las estudiantes pese a las dificultades de acceso a conectividad, debido a que “se han ido subsanando con el acceso a becas y eso permite que se pueda seguir desarrollando la docencia en condiciones de mayor equidad, aspecto fundamental para que esta modalidad sea efectiva”.
Para finalizar, Paula Villalobos destacó la relevancia de la evaluación del proceso durante su implementación y al finalizar el semestre “porque sin duda es una oportunidad de aprendizaje no solo para los estudiantes sino que también para nosotras como docentes y creo también necesario que desde la Universidad se ofrezcan más opciones para fortalecer nuestra formación en estas materias dado que contamos con académicos expertos en el tema”.
Fuente: Profesores Departamento de Educación.
Entrevistas: César Calquín.
Redacción: Camila Vásquez.
Foto: Archivo.