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Dr. Daniel Ríos expone sobre innovación educativa en el Programa de Posgrado en Educación de la Universidad de Espírito Santo (UFES), Brasil
Por Camila Vásquez
“Desafíos y oportunidades de innovación de la evaluación para el aprendizaje” fue el título de la presentación del Dr. Daniel Ríos en el Programa de Posgrado en Educación de la Universidad de Espírito Santo, Brasil, “Innovación Educativa en la postpandemia: retos y perspectivas”,actividad dirigida a directivos, docentes, estudiantes de Magíster y Doctorado en Educación de la UFES, para una nueva actitud pedagógica, basada en el desarrollo de prácticas pedagógicas innovadoras, inherentes a las necesidades del mundo actual.
Innovación educativa
Para el académico, las innovaciones educativas repercuten en el conocimiento, habilidades, actitudes de los estudiantes, y docentes, en las áreas curriculares y/o disciplinares donde se realizan.
Las evidencias en la literatura muestran que, con respecto a los conocimientos, se trata de mejores aprendizajes en lenguaje, matemáticas, ciencias sociales, ciencias naturales, y otras disciplinas o materias educativas.
Respecto a las habilidades, se refiere al desarrollo de habilidades cognitivas de orden superior, además de la metacognición y otras.
Y, en cuanto a las actitudes, las innovaciones favorecen aquellas vinculadas al compromiso, la responsabilidad, la colaboración, el trabajo en equipo, la autogestión, los hábitos de estudio y la autoestima, entre otras.
“Es importante saber que caminar por este trayecto de las innovaciones, no significa que no haya dificultades, por lo tanto, van a haber condicionantes de todo tipo. Como personales, organizacionales, materiales y culturales. Si no tenemos profesores críticos, y autocríticos, motivados, colaboradores, perseverantes, tenemos poca posibilidad de tener éxito en las innovaciones en cualquier ámbito y foco. Cuando tenemos profesores con estas características personales, y orientados hacia el logro, la probabilidad, porque tampoco hay certezas, es mayor. Sin embargo, este camino tiene muchas incertidumbres, que hay que asumir desde el punto de vista del trabajo educativo, porque no todo lo que diseñamos y planificamos funciona, siempre hay factores que condicionan, incluso a veces logramos más de lo que pretendíamos y otras veces al contrario”, reflexionó.
Y agregó: “La innovación es una hipótesis de trabajo cuya implantación puede durar, de acuerdo a la literatura, entre 3 y 5 años, por lo tanto, la innovación, participativa y colaborativa, tiene que tener previsto ese tiempo. Lo ideal es que este proceso se constituya en un círculo virtuoso, para promover una formación de calidad en el estudiantado, de acuerdo al Proyecto Educativo Institucional de cada centro educativo.
Innovación educativa en el contexto de formación de profesores
En la segunda parte de la Clase Magistral, el profesor Ríos presentó una innovación educativa en el contexto de formación de profesores, la que aseguró, podría ser extrapolable a la escuela. Se trata de una innovación de evaluación auténtica orientada a la retroalimentación efectiva sobre los aprendizajes a través de la autoevaluación, coevaluación y la evaluación entre pares.
El problema que abordó la innovación fue la incipiente práctica de evaluación auténtica por parte de los estudiantes de pregrado y el objetivo fue fortalecerla mediante instancias de autoevaluación, coevaluación, y evaluación entre pares, con la finalidad de asegurar los aprendizajes en estudiantes de Pedagogía en Educación General Básica de la Universidad de Santiago de Chile.
La innovación duró dos años, el primero fue de preparación y validación y el segundo de implementación e informes de resultados; contempló tres fases, la primera de ajuste curricular-evaluativo, la segunda implementación de los talleres y la tercera, sistematización y valoración de la experiencia de innovación. En ella participaron 20 estudiantes de los cursos de Evaluación para el aprendizaje y Elaboración de proyectos, durante el segundo semestre de 2020.
Resultados generales de la evaluación
Para cerrar, el profesor Ríos aseguró que los procesos de autoevaluación, coevaluación, y evaluación de pares, colaboran con la reflexión sobre los aprendizajes, el desarrollo de la autocrítica y crítica, el fortalecimiento de la metacognicción y el intercambio de ideas, diálogos y discusiones entre los estudiantes lo que favorece su formación pedagógica.
“Los estudiantes valoran positivamente su participación en la innovación educativa y los espacios formales para los procesos evaluativos, que refuerzan su formación inicial docente con una perspectiva reflexiva, crítica y autocrítica. Por último, se identifican desafíos y tensiones respecto al rol de auto calificación, las relaciones interpersonales, el rol del juicio evaluativo y de la ética evaluativa para la aceptación de la crítica constructiva y la construcción de conocimientos complejos”, dijo.
Y finalizó: “Las innovaciones educativas contribuyen a la mejora en la formación de los estudiantes, ofrecen espacios de participación y colaboración entre los agentes educativos, promoviendo la articulación y organización entre estos”.