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Egresados de Magíster en Educación aseguran que el currículum no se debe aplicar de manera forzosa pese a la pandemia
Por César Calquín
El país está atravesando un momento extremadamente complejo a raíz del Covid-19 y una de las áreas más afectadas es la educación. Esta amenaza provocó que el Ministerio de Educación y los establecimientos educacionales recurrieran a la modalidad online para tratar de implementar el currículum y ofrecer los contenidos de la manera más normal posible.
Sin embargo, para los Magísteres en Educación, mención Currículum y Evaluación del Departamento de Educación, el Ministerio olvidó un detalle importante a la hora de la implementación del currículum a través de la Web: no existe una preparación adecuada para asumir este desafío.
“El Ministerio de Educación asume una premisa básica que es a todas luces, errónea: la existencia de una capacidad pedagógica, de las comunidades educativas y de los trabajadores de la educación para enfrentar vía entornos virtuales, el proceso de enseñanza-aprendizaje”, señaló Herrera, quien, además, sostuvo que esta modalidad de trabajo no solo profundiza la brecha entre el "tipo ideal" que configura las políticas públicas en educación, sino que también, invisibiliza y dota de un discurso heroico el fomento del aprendizaje en contextos de crisis cuando profundiza la precarización laboral, tensiona la reflexión pedagógica y, aún más delicado, reduce el fenómeno educativo a un acto unidireccional de la entrega de contenidos.
Por su parte, Esquivel indicó que el Mineduc implementó un plan de aprendizaje que ya se encontraban en la página del ministerio, que, sin embargo, no está adecuado a la realidad de nuestro país.
“El Covid- 19 dejó a entrever una serie de problemas que presenta el sistema educativo en nuestro país, que se relacionan principalmente con un currículum centrado en contenidos y calificaciones, más que en el desarrollo de habilidades; La formación inicial docente en tics desde las Universidades, escaso desarrollo profesional docente focalizado en herramientas para desarrollar aprendizajes en la sociedad del conocimiento; contextos socioeconómicos y culturales que no permiten acceder al plan de aprendizaje remoto, como por ejemplo, el desigual acceso a internet y a dispositivos tecnológicos (computadores, impresoras, tablet) de los estudiantes y sus familias”, agregó Esquivel.
Ambos profesores coinciden que la implementación del currículum a la fuerza no es la mejor alternativa, ya que no soluciona el problema central y que tampoco se consideró los diversos contextos sociales, económicos ni emocionales de los y las estudiantes.
“El foco de la decisión estuvo en ‘hacer clases’, ‘cumplir con el currículum’, ‘no descuidar la cobertura curricular’, sin considerar el impacto que iba a ocasionar el cambio de metodología tanto en docentes, estudiantes y sus familias. Después de tres semanas de educación a distancia, es común escuchar a profesores/as, estudiantes y padres manifestar su cansancio y agobio por cumplir con lo exigido desde las escuelas por disposición ministerial sumado a la incertidumbre laboral y sanitaria en que nos encontramos”, dijo el profesor Esquivel.
La tele-educación como opción
Mucho se ha debatido sobre si implementar educación virtual o tele-educación es la mejor opción para enseñar los contenidos del currículum nacional. Para los profesores Herrera y Esquivel es la única opción que existe. Sin embargo, se requieren herramientas y apoyo para lograr una óptima implementación. También, se necesario esperar a que pase esta contingencia nacional para evaluar si fue o no efectiva esta medida.
“El contexto en que nos encontramos nos brinda la oportunidad de poner en la palestra la educación a distancia como una herramienta para innovar, enriquecer y complementar las experiencias educativas en las escuelas, potenciando el desarrollo de conocimientos y habilidades para el siglo XXI de niños y niñas mediante el uso de las diversas plataformas virtuales”, comentó Esquivel.
Por su parte, el profesor Herrera compartió una reflexión sobre un grupo de estudiantes que han estado desplazados del discurso público: “¿Para quién es mejor opción? ¿Para estudiantes de localidades alejadas y rurales sin acceso al espacio virtual? Creo que no hay opción ¿Qué sucede con aquellos estudiantes que están iniciando el proceso de lecto-escritura y requieren de un apoyo experto de profesores de primero y segundo básico para enfrentar ese desafío? ¿Es la opción más adecuada? Sin lugar a dudas, no. ¿Y esos estudiantes de pre-kínder y kínder que requieren de las primeras aproximaciones socioemocionales y cognitivas para abrirse paso a la educación escolar? Tampoco es una opción.
“Menciono estos dos casos porque estamos enfrascados en aquellos estudiantes que considerando sus desarrollos psicocognitivos pueden enfrentar de mejor forma la teleeducación. Situación que también genera dudas pensando en contextos de aprendizaje diverso, en ritmos de apropiación diferentes y, sobre todo, de densidades de los objetivos de aprendizaje que se buscan evidenciar”, agregó Herrera.
“En este sentido, la teleeducación es una opción y un esfuerzo complementario que no reemplaza el acto social de educar. Por lo tanto, es una opción cuando el sistema, los trabajadores de la educación y las familias, estén preparadas para enfrentar dicho proceso en entornos virtuales. Con esto, no busco desconocer el grandioso esfuerzo de colegas, comunidades y familias, más bien, pretendo dar cuenta que la tele-educación es un aporte que debe ser guiado y acompañado por un proceso pedagógico que racionalice el ‘qué van aprender’”, complementó.
Herramientas para enfrentar este contexto
Con el uso de la tele-educación y su correcta utilización, viene el debate sobre qué herramientas son las mejores para utilizar en estos casos. Para los profesores Esquivel y Herrera es fundamental la integración y dejar de lado la implementación forzosa del currículum.
“Toda herramienta virtual que permita fomentar el diálogo, la discusión, el debate y la reflexión sobre los aprendizajes es bienvenida. Por ello, es de vital importancia, a mi juicio, dejar de lado las prácticas que buscan como sea cobertura curricular y focalizarse en los nodos críticos de cada área desde una perspectiva integral, transdisciplinaria y, sobre todo, sólida desde el desarrollo de competencias críticas”, dijo Herrera.
Por su parte, Esquivel entregó un punto clave en la discusión y es que se decía que estas generaciones eran “nativos digitales”, sin embargo, esta contingencia dio cuenta de que “carecen de los conocimientos y habilidades que les permitan participar como usuarios de un determinado sistema operativo o utilizar softwares como Word, Power Point y Excel. Lo anterior, devela las falencias que tiene el currículum nacional para que los estudiantes puedan tener estas competencias digitales que resultan ser fundamentales en la sociedad del conocimiento”.
“En cuanto a la elección de herramientas para que los niños puedan aprender de manera más efectiva, es importante acotar que su utilización se encuentra supeditadas a elementos del contexto escolar, de profesores/as, de estudiantes y familias y que guardan relación las posibilidades de acceso a internet y a dispositivos tecnológicos. Es por ello que, contando con acceso a internet y dispositivos tecnológicos, para realizar video llamadas, la aplicación Zoom resulta ser una buena herramienta para que exista comunicación virtual entre docentes y estudiantes, fomentando la interacción, los espacios para la reflexión, el desarrollo de preguntas y comentarios y para el trabajo con los Objetivos de Aprendizaje, conocimientos y actividades, existen plataformas como Edmodo, Classroom, de carácter gratuito, que permitan a los docentes subir el material de sus clases”, agregó Esquivel.
Mejorar la aplicación del currículum en este contexto
“Es necesario regresar a los fundamentos críticos y esenciales del qué aprender en el actual contexto debe ser canalizados a través de las comunidades educativas en un esfuerzo para llevar adelante el proceso educativo con foco en el convivir con otros y en cómo las asignaturas del currículum colaboran en la formación de una estructura de pensamiento crítico”, señaló el profesor Herrera, respecto a mejorar la aplicación del currículum vía online.
Mientras que el profesor Esquivel aseguró que “se debe tener claro que las clases virtuales distan mucho de las interacciones que se establecen naturalmente en una clase presencial. Por este motivo, se deben tener en cuenta la selección y priorización de objetivos de aprendizajes. La realización de actividades centradas en el desarrollo de habilidades propias de cada asignatura y que se puedan realizar desde el hogar. Tampoco debemos olvidar el sentido profundo de lo que significa educar, de valorar las relaciones humanas que se desarrollan en este proceso. Hay que considerar el carácter afectivo que la dinámica implica, darnos los espacios, los tiempos para pensar y saber del otro, de sus inquietudes y sus temores. Se hace imperativo considerar el componente emocional, más allá de la urgencia de la aplicación del currículum en el contexto que nos encontramos”.
Fuente: Waldo Esquivel y David Herrera
Entrevista y transcripción: César Calquín
Redacción: César Calquín
Foto: Área de Comunicaciones.